lunes, 15 de noviembre de 2010

Capitulo 15


Tengo que admitirlo. Tenía bastante miedo de perder la batalla. Perder la batalla hubiera significado hacer lo que el Caballero del Bosque me ordenara. Perdería todo el respeto que había obtenido todo este tiempo. O tal vez nunca más volvería a vivir una hermosa aventura como las que vivo casi todos los días. No estoy seguro, pero pensándolo bien creo que me hubiera suicidado. No podría vivir sin ser caballero. Hubiera sido el pato de la fiesta. Todos hablarían mal de mí. Pero ahora nadie puede decir absolutamente nada malo de mi persona. No sé si seré el máximo, pero soy uno de los caballeros más respetados en este momento. No voy a permitir que se me suban los humos a la cabeza, pero los privilegios vendrán a montones en poco tiempo, de eso estoy seguro.

Capitulo 14


Nosotros pasamos hablando de nuestras aventuras. Todo caballero ocupa hablar siempre de aventuras o de amores. No se otros pero yo si ocupo esos dos temas. Me gusta tocar temas importantes, pero esos me encantan. Qué cosa me fue a pasar hoy, cuando lo recuerdo hasta me da cólera. Voy a respirar un momento mientras se me baja la cólera. Listo ya estoy un poco más calmado. Les voy a contar lo que me fue a pasar hoy. El colmo de los colmos. Peor colmo que un ciego le cortara el pelo a un calvo. Para que se asusten. Bueno toda esta cólera se genero por algo simple. Mientas hablaba con el Caballero del Bosque este dijo que me había vencido en una batalla. Le di un poco de tiempo para ver si era broma o algo. Pero no era así, el lo estaba diciendo en serio. No tuvo otra alternativa que retarlo a un duelo. Y así lo hice, decidido a vencerlo. Le pedí a Sacho que me alistara todas mis cosas para la batalla. Tenía una furia increíble, a lo contrario de Sancho que estaba muerto de miedo y se fue a subir a un árbol el muy marica. Para mi felicidad y mi orgullo como caballero, salí victorioso de la batalla. Cuando cayó al suelo, en vez de matarlo le pedí que fuera donde Dulcinea y le digiera toda la verdad, así yo quedaría como un caballero digno de respetar.

Capitulo 13


De lo que me arrepiento hoy, es que se juntaron dos llorones. Como lo son Sancho y el escudero del Caballero del Bosque. Digo llorones porque siempre andan pidiendo o comido o dinero. Nunca se sienten satisfechos. No sé si es que quieren ser caballeros como nosotros, o tener los beneficios que nosotros gozamos. Ellos hablaban y hablaban de las recompensas. Desde lejos vi como Sancho movía las manos, exactamente igual que cuando habla conmigo de esas cosas. Soy un caballero muy observador y por eso es que vi ese pequeño detalle. Cuando estaba un poco más cerca de ellos, ya no estaban hablando de recompensas. No sé si era porque yo estaba cerca o qué, pero ya no estaban hablando de eso. Sancho hablaba sobre su familia. Sobre su hija especialmente, le estaba contando que si hija iba a ser Condesa, pero que primero ocupaba mi recompensa. Vi a Sancho un poco molesto, y creo que fue por como hablaba el escudero de mi compañero. Ya Sancho está acostumbrado a mi forma de hablar, y cuando escucha algo no apropiado se molesta. No podía faltar que hablaran del amor, el amor siempre está en nuestra mente. Siempre he pensado eso. No hay sensación más hermosa que la de estar enamorado. Se disfruta, se sufre, pero siempre va a seguir siendo algo precioso. Sancho y su acompañante tomaron y comieron hasta quedar dormidos, no sé si estaban ebrios o cansados, pero la cosa es que quedaron tirados en el suelo.

Capitulo 12


Después de ese percance. Pasamos la noche debajo de unos árboles. No es la mejor cama, pero por lo menos se descansa. Toda la noche, mientras estaba un poco aburrido, compare la comedia con la vida. Me parece muy interesante, a Sancho también le pareció interesante, solo que dijo que ya estaba demasiado vista. Siento que él lo ve de un punto muy distinto al mío. Hoy en la noche sancho me hizo sentirme muy orgulloso. Me manifestó como su conocimiento ha aumentado notablemente. Bueno, como no va a aumentar si pasa todo el tiempo con una persona muy culta como lo soy yo. Pero me parece muy bien, porque todo buen caballero, trasmite conocimiento y cultura. Hoy apareció El Caballero del Bosque. Nunca en mi vida había escuchado hablar de él. Se quejaba de su amada, que no recuerdo el nombre este momento. No se veía como una caballero cualquiera. Si tengo que confesar que su nombre me pareció un poco absurdo. Aproveche y converse mucho con él. Le conté y le di consejos de amor.

Capitulo 11


Cuando íbamos de camino a Zaragoza, se nos cruzo una carreta. Pero no una carreta normal, como esas que están decoradas muy hermosas, o con mujeres preciosos dentro de ella. Pues no, esta era una carreta horrible. Tenía monstros a dentro. Me asuste mucho al principio, pero luego nos dijeron que eran unos hombres que hacían obras de teatro. No me gustan mucho los personajes de la muerte por cierto. Después del susto con los hombres con sus mascaras de la muerte, apareció un hombre muy extraño que tenía un palo, este golpeo el suelo con el palo y Rocinante se asusto mucho. No estaba preparado y cuando Rocinante se asusto me caí del lomo de mi hermoso caballo. Cuando me levante, me levante sumamente enojado. Sabía que los actores tenían algo que ver con eso que me hicieron. Y estaba dispuesto a pegarles. Sancho fue el que me detuvo, si no hubiera sido por Sancho, no sé que les hubiera pasado a esos estúpidos actores. No soy un caballero que me gusta la venganza, pero tengo un pensamiento que siempre me va a caracterizar. El que me busca me encuentra, y así le ha pasado a muchos de los monstros, que creen que pueden burlarse de mí. Pero cuando se dan cuenta que yo no era un hombre que aguanta bromas pesadas, es demasiado tarde para escapar.

martes, 9 de noviembre de 2010

Capitulo 10


Antes de que Sancho le dije que viera la cara de Dulcinea. Yo estaba totalmente seguro que iba a poner una cara de enamorada, pero quería estar totalmente seguro. Después de lo que le dije Sancho partió. Fueron los minutos más largos de mi vida. Estaba a punto de ver a mi amada. Siempre sueño con su rostro, cara, pelo, hermosos brazos, y ni que decir su bella nariz. Se me hicieron eternos. Apuesto lo que sea que fueron como 3 minutos, pero para mí fueron como si hubieran sido 20 minutos. Estaba muy impaciente por verla y besarla. Hace tiempos que me muero por ella. Desearía darle besos todos los días de mi vida lo juro. Bueno, después de 3 minutos Sancho llego muy alterado diciéndome que Dulcinea se acercaba con dos mujeres más. Pensé inmediatamente que esas dos mujeres que decía Sancho eran sus sirvientas. Sin perder tiempo alguno empecé a decirles cosas hermosas. Los mejores piropos de mi repertorio. Las tres salieron corriendo. Estaba sumamente enojado con los encantadores, porque ellos son los culpables de que yo no pueda estar con Dulcinea. Seguimos el camino a Zaragoza, porque allí se iban a celebrar unas fiestas muy importantes.

Capitulo 9


Entramos a media noche al Toboso. Todo está totalmente oscuro. No me daba miedo, pero si sentía escalofríos. La noche estaba fría. Todos estaban dormidos en el palacio de Dulcinea. Pero como buen caballero y escudero, ahí estábamos despiertos Sancho y yo. Nos costó encontrarlo, debido a que no había ni una sola luz encendida. No tenia con que alumbrar, y mi memoria me fallaba en la ubicación del palacio. Tenía que estar por ahí cerca pero no apareció. Llegamos a la conclusión que ninguno de los dos la conocíamos en persona. Yo estaba enamorado de ella por mi fama y Sancho la conocía por comentarios escuchados. Sancho me hizo esperar, mientras él iba en busca de mi hermosa Dulcinea. Y así lo hice espere a que él fuera en busca de ella. Lo que Sancho tenía que hacer era ir a decirle que yo la estaba esperando afuera. No quiero imaginarme la cara de felicidad de Dulcinea cuando Sancho le diga esas palabras, cualquier mujer se enloquecería de amor si le dicen que su amado está afuera esperándola.

Capitulo 8


No podía partir sin recibir la bendición de la persona que más amo en este mundo. Como digo siempre, ella está en mi mente en todo momento. Puedo estar haciendo lo que sea, que ella siempre va a estar en mi mente en todo momento. Ya ustedes saben que estoy hablando de Dulcinea, si de la mujer que se robo mi corazón. Sé que está muy lejos de mí pero, cuando pienso en ella la siento muy cerca. Tuve que desviarme inmediatamente para ir a recibir su bendición. Cada vez que recibo su bendición me siento completo. Mi corazón y me cuerpo se sienten totalmente felices. Muchas cosas me provocan felicidad, pero Dulcinea es algo especial. Lo que siento cuando pienso en ella es inmensamente especial. Sancho pasó todo el viaje pensando en otra cosa. El pensaba en si el autor de nuestro libre había hablado bien de él. Lo vi y estaba un poco preocupado. No entiendo que le preocupa si el siempre ha hecho el bien. Yo aproveche y le expliqué que los caballero andantes somos capaces de dominar los pecados capitales. La mentalidad del pobre Sacho era totalmente diferente a la mía. El pensaba que si yo quería ser famoso de verdad tendría que ser fraile. Que es algo que me parece absurdo, porque conozco muchísimos caballero que son famosos, aun no me incluyo porque me faltan aventuras por concluir todavía. Si se es un buen caballero, se es famoso. En la noche llegamos a Toboso, descansamos un poco, y la cara de preocupación de Sancho no se le iba de su rostro. No tengo la menor idea del por qué.

Capitulo 7


Cuando llego Sacho nos fuimos a mi recinto. Yo estaba terminando de alistar todo para las aventuras. No crean que sea solo montarse a un caballo y zarpar. Hay que tener todo listo y completo. Siempre que estoy alistando mis cosas para una aventura tengo en mi mente un dicho que para mí es fundamental. Es famoso dicho que siempre está en mi cabeza es “es mejor prevenir que lamentar”, es por esa razón que prevengo siempre. Tal vez algo no sea tan necesario de llevar, pero uno nunca sabe si lo va a ocupar. Mi ama salió rapidísimo apenas llego Sancho. No tengo ni las más mínima idea a donde fue. Y la verdad ni me intereso en lo más mínimo. Para variar, Sancho llego y me pidió que le pagara. Por supuesto que no le iba a pagar ni medio centavo, si le pagara estaría rompiendo una tradición de años. Y no es como que me voy a morir si Sancho deja de ser mi escudero. Sé que es un excelente amigo, pero si no se adapta a mis condiciones tendré que conseguirme uno nuevo. Resulta que cuando íbamos saliendo me entere para donde fue mi ama. Se fue donde el Bachiller y este en lugar de detenerme, me animo a seguir, y hasta se ofreció a ser mi escudero. El pobre Sacho al escucharlo decir eso, me rogo que él quería seguir siendo mi escudero. Yo estaba totalmente claro que no quería perder a Sancho. Lo abrase inmediatamente y le di todo mi apoyo. Me hubiera encantado que hubieran visto la cara de mi ama y mi sobrina. Estaban paralizadas, no entendía como el Bachiller estaba de mi lado y no del lado de ellas. A los tres días partimos a Toboso. La única novedad es que Sancho llevaba una bolsa de dinero que yo le di para cubrir todos los gastos de la aventura. Que por cierto son muy caras.

Capitulo 6


Hoy estaba arto. Desde que desperté no desperté con la mejor actitud. Me sentía dolido. No sé si eran nervios de volver a mis aventuras, o simplemente un mal día. Para el colmo mi sobrina y mi ama me tenían arto. Solo me decían que no fuera a esas aventuras, que para ellas son estúpidas. Porque obviamente nunca en ido a una de ellas, y jamás saben lo hermosas que son. Solo me decían que era mejor que fuera a servirle al rey, y que así dejara de ser caballero andante. Es lo último que pasaría por mi cabeza. Voy a morir siendo caballero andante, es una promesa que tengo conmigo mismo. Me dijo una tontería, que solo por ser mi sobrina no me le fui encima de inmediato. No van a creer lo que me dijo. Me dijo que para ser caballero andante había que ser rico. ¿Qué clase de tontería es esa? Respire profundo, me controle lo más que pude y le di una explicación, para que nunca más en la vida volviese a mencionar algo así. La única explicación que tenía en ese momento, que no puedo mentir, estaba con un poco de cólera. Fue que yo había nacido bajo la influencia de Marte, eso significaba que las armas es lo mío. Y concluí diciéndoles, o más bien quitándoles la esperanza de que mi iban a convencer. El cielo es el que me dijo que yo debía ser caballero, así que lo respeto. Al rato llego Sancho. Mi buen amigo.

Capitulo 5


Le prometí a Sancho que le iba a dar una ínsula cuando termináramos las aventuras. Se fue a hablar con Teresa para explicarle que él y yo íbamos a volver a las aventuras. Ya era demasiada la falta que nos hacía. Nadie nos entiende, las aventuras para nosotros son lo que nos hace felices. Sin ellas, por mi parte yo me siento totalmente incompleto. No paro de pensar en un solo momento en todo lo bello que he pasado gracias a las aventuras. Como siempre Teresa y Sancho tuvieron una discusión. De lo poco que me conto Sancho, lo que me dijo muy claro fue que la mujer tenía una gran confusión. No sabía si su hija tenía que casarse con uno igual a ella o con un gran monarca. Ella es un poco lenta, para mi gusto. No entiendo como Sancho puede convivir con una persona así. Siempre me han gustado, y me gustaran las mujeres que son inteligentes, que puedan hablar sobre temas importantes, y que sea muy respetuosa y educada. Después de la discusión alistamos todo para nuestra partida. Estábamos muy emocionados porque sabíamos que nos esperaban cosas hermosas.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Capitulo 4


Hoy Sancho se pego la hablada de su vida. Aunque suene un poco informal lo tengo que decir de esa forma. Hablo y no paro. Aunque mejor yo no hablo mucho porque cuando hablo sobre algún tema que me atrae no puedo parar. Hoy Sancho hablo sobre los cien escudos y también explico lo del robo del jumento. Me causa mucha risa cuando Sancho cuenta algo porque lo cuenta de una forma muy graciosa. Se apasiona muchísimo y una vez que comienza nadie lo puede detener. Tiene que contar cada detalle tal cual es. A veces parece que repite lo mismo varias veces pero esta tanta la emoción que tiene cuando cuenta algo que ni se da cuenta que lo está repitiendo. Lo único que hice fue escucharlo y reírme mucho. Con solo verle la cara que pone cuando cuenta sus historias causa mucha risa. La vos, la forma en que mueve las manos. Si una persona sorda estuviera junto a mi entendería perfectamente. Oírlo hablar es como verlo actuar. Hace todo tipo de movimiento relacionado con lo que está hablando en ese instante. Hoy le pedí a Bartolomé que me hiciera algunos versos para despedirme de Dulcinea porque nos íbamos en busca de aventuras de nuevo. Hoy hicimos un pacto Sancho, Bartolomé y mi persona. Acordamos que íbamos a salir en 8 días y nadie le podía decir nada a nadie. Menos a mi Ama y a mi sobrina.

Capitulo 3


Hoy pensé y pensé y pensé muchísimo. Después de que Sancho me diera tal noticia no podía creerlo. No entendía, me sentía totalmente confundido. No me cabe en mi cabeza como alguien va a escribir mis aventuras, si apenas estoy empezando. Me falta muchísimo camino por recorrer aún. Tenía que ser una broma, o seguramente le estaban mintiendo a Sancho. Tenía muchas ganas de oír a ese hombre para ver si estaba diciendo la verdad. Con solo verle los ojos a la persona puedo saber si está mintiendo o no. Tenía otra gran preocupación, la cual era Dulcinea. No quería pensar que ese autor había escrito algo malo o alguna falsedad con respecto a mi amada. Si ese autor escribió algo sobre ella, me voy a enojar tanto, que voy a ir en busca de él para que publique otro libro que contenga una sola frase. “Lo que dije de Dulcinea es mentira”. Pero no me gusta pensar cosas malas antes de tiempo. Debía esperar para oír las declaraciones de Bartolomé. Al poco rato llego un hombre y me alabo y me empezó a hablar del libro. Quede sin palabras, lo del libro era real. Cuando hable con Bartolomé quede satisfecho. Me comunico que habían miles de personas que ya sabina mis aventuras, y las amaban. Era famoso por mis aventuras. Por todas partes del mundo, personas estaban leyendo y deleitándose de mis hermosas aventuras.

Capitulo 2


Hoy escuche algunos gritos. Hace tiempo no escuchaba esa clase de gritos. La última vez fue cuando me estaban regañando por mi decisión de hacerme caballero. No estoy seguro a quien estaban regañando, pero supuse que era a Sancho porque era el único que faltaba en venir a visitarme. Y por lo visto mi Ama y mi sobrina no le tienen tanto aprecio que digamos. Siempre han acusado a Sancho y lo han visto como el culpable de mis ideas. Pegue un grito y pedí que dejaran entrar a la persona que estaba del otro lado de la puerta. No estaba equivocado, era Sancho. Lo primero que le pregunte fue la opinión del pueblo por las hazañas que habíamos efectuado. Me dijo algo que no me alegro mucho, lo que el pueblo decía era que yo estaba loco y que mi amigo Sancho era un mentecato. Soy caballero y sé muy bien que esos chismes y rumores siempre van a existir. Y lo único que causa que las personas digan tal cosa es por la gran envidia que me tienen. Sancho me dio también una noticia que me quito la amargura. Me conto que un tal Bartolomé le había contado que vio impresa la historia de El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha. Sin pensarlo mucho mande a Sancho en busca de ese tal Bartolomé para que me contara bien y detalladamente.

Capitulo 1 Segunda Parte


Estuve un gran tiempo que me sentía bastante solo. Nadie me visitaba y pasaba todo el tiempo con mi sobrina. Ella la verdad me hace bastante feliz. La quiero y siento un gran aprecio hacia ella. No puedo mentir, a veces me dan ganas de salir por aventuras. Pero creo que es momento para descansar y recapacitar todo lo que he hecho hasta ahora. Estoy llevando una vida bastante agitada, pero me gusta. Por dicha hoy me vinieron a visitar mis grandes amigos. Bueno mi gran amigo es Sancho. Pero Sancho es un amigo del alma, ellos son amigos solamente. Me puse muy contento cuando los vi, hablamos de muchísimas cosas que teníamos tiempo de no hablar. Me dieron una noticia que era mala para el rey pero excelente para mí. Me contaron que el rey estaba siendo invadido, era mala para el rey pero buena para mí porque así tendría una excusa para ir a ayudarlo. Me sentía incompleto quedándome en mi casa, mientras personas me llamaban a gritos pidiendo por mi ayuda. No entendí muy bien la razón, pero empezaron a decir que los caballeros no existían. Por Dios, me estaban diciendo que yo no existía. Mantuve la calma, pero si los intente convencer para que se sacaran esas ideas estúpidas de su cabeza. Le puse ejemplos de caballeros para que no quedara ninguna duda al respecto. Caballero como Amadís, Reinaldos y a Roldan, no pude ponerles mejores ejemplos que esos grandiosos caballeros. Aun era muy temprano colocar el nombre de Don Quijote junto a esos tres nombres, pero le dije que el momento llegaría.

Capitulo 52


Cuando el pastor termino de relatar su historia. Sentí una gran lastima. Porque yo sé perfectamente lo que es el amor, y el sentimiento que se tiene cuando uno no logra conseguir a la mujer que ama. No sé si él la amaba de verdad, pero si era así debería hacer algo al respecto para conseguirla. No podía creer que estuviera ahí de brazos cruzados gusto a sus cabras. No me aguante y le tuve que decir que yo podría ir en busca de su amada si no hubiera estado en alguna aventura. También me preocupaba mucho si por hacer eso, estuviera incumpliendo alguna norma de caballería. No hay algo que me preocupe mas, que incumplir normas. No me lo perdonaría jamás en la vida. Hay cosas que se pueden dejar pasar, pero incumplir con una norma, jamás. El pastor me interpreto mal, o era un gran ignorante y empezó a insultarme que yo era un loco. Y cuando alguien me dice “loco” inmediatamente se me suben todos los humos a mi cabeza. Eso es lo menos que soy, soy un caballero completamente consciente de lo que hago. Obviamente no me quede de brazos cruzados, y le respondí. Creo que no le respondí de la forma más adecuada, pero en ese momento estaba bastante molesto con él. Tuvimos una pequeña pleito pero hice como si perdiera la pelea para evitar un problema más grande. Hoy vi una escena bastante incómoda, y me lleve un buen golpe también. Vi a un grupo de persona que llevaban algo entre manos. Tenía mi espada unos palos cerca y no lo pensé dos veces y me arremetí contra ellos. Un hombre que al parecer era bastante fuerte me golpeo y me tiro al suelo inmediatamente. Fue un golpe en seco, pero con bastante poder. Tuve una lección hoy, por esa razón le dije a Sancho que teníamos que escondernos un tiempo. Tome esa decisión para que se clamaran los humos. Volvimos a casa, el ama y mi sobrina me trataron muy bien. Vi a Sancho muy contento y motivado con las aventuras. Estoy casi seguro que tendremos muchas más.

Capitulo 51


Hoy me encontré con un pastor que estaba relatando una historia. Me gustan mucho las historias, las de caballería me matan por supuesto. Pero cuando llegue y lo escuche me pareció bastante interesante y vacilona a la vez. Este pastor estaba contando cosas que le habían pasado cuando era joven. Seguramente fue hace bastante tiempo, ya que ese pastor aparentaba una edad muy mayor. Los pastores los considero y siempre los voy a considerar personas sabias, ya que dedican toda su vida a una sola cosa. Muy diferente a la situación que vivo yo que tengo que andar pensando en muchas cosas. Hasta a veces siento que me voy a volver loco. Ya sea en mis aventuras, mujeres, en sancho pienso muchísimo. Con el debo tener muchísima paciencia. Pero eso no me afecta en lo más mínimo porque sé que un caballero siempre debe tener responsabilidades. Gracias a esas situaciones no todo el mundo podría ser caballero. Tengo la habilidad y creo que de un nivel bastante alto. Bueno eso es aparte. Estaba en el pastor y su historia si mal no recuerdo. Me senté a escucharlo por un largo rato. De lo que me acuerdo en este momento es que tenía que ver algo con una mujer. Seguramente fue por eso que me atrajo muchísimo su historia. Decía que había estado enamorado de una mujer, que según como la describió. Tiene que ser una mujer bastante hermosa. Seguramente ya con unos añitos de más, pero en su momento tuvo que ser muy bonita. El cuento era que él y otro amigo estaban enamorados de ella, y por supuesto que le pidieron la mano para casarse. El padre le dejo la decisión a ella, pero seguramente por su inmadurez tardo mucho tiempo escogiendo. Luego se fugo con un hombre que la dejo sin nada y abandonado. Por eso su padre la metió a un convento.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Capitulo 50


Hasta llegue a centrarle el discurso del caballero del Lago. Es una historia hermosísima y muy especial para mí. Siempre que la cuento, que son pocas las veces la cuento lo mejor que puedo. Describo el paisaje hasta más no poder. Y termino diciendo lo que todo buen caballero termina siendo, una gran persona y un gran hombre. Después de contar esa bella historia se vino a mi mente la recompensa. Las recompensas siempre me han llamado la atención. Hable con sancho sobre ella y le dije que cuando acabara la aventura la tendríamos en nuestras manos. Sancho tenía miedo cuando le hable sobre la recompensa porque no sabía si iba a poder manejar bien tantísimo dinero. Por el camino nos topamos a un pastor con su cabra. Nos empezó a contar una historia que no recuerdo muy bien sobre que era. Mi mente estaba en la recompensa en ese momento. Ya me estaba imaginando que iba a hacer con ella. Tal vez comprar un terreno y hacer ahí mi casa para pasar los últimos años de mi vida. O simplemente darle a todo aquel que la necesite. Solo eran pensamiento, pero no sé si cuando la tenga en mis manos mi opinión va a cambiar.

Capitulo 49


Hable un buen rato con Sancho sobre lo que él me había dicho. No estaba muy seguro si era cierto lo que él me estaba diciendo. La verdad es que yo a Sancho no le creo mucho, porque él esta medio loco. Al final, como la vez pasada no seguí los consejos de Sancho. El me decía que yo no estaba encantado, pero como no lo iba a estar si estaba metido en una jaula. Era obvio que si estaba encantado. Estábamos cansadísimos del viaje. Estaba deseando parar para descansar. Por fin decidieron parar para descansar. Sancho les pedio a los enmascarados que me dejaran salir a dar una vuelta. Tenía mi trasero completamente cuadrado. Me dolía la cabeza la espalda y mi trasero por supuesto. Cuando estaba afuera uno de los hombres me empezó a decir tonterías de los libros de caballería. Que eran cuentos sin sentido. Con mucha tranquilidad y sin enojarme para nada. La verdad pensándolo bien no sé porque no me enoje. Seguramente estaba muy cansado como para enojarme. Le explique y le di mis argumentos para que ese hombre dejara de decir esas cosas sobre lo más sagrado para mí, los libros de caballería.

Capitulo 48


Hablaron por un largo rato. Yo tenía mucho sueño en ese momento. No preste atención a lo que estaban hablando. Los temas que se me vinieron a la cabeza fueron que tal vez estuvieran hablando de alguna bella dama, o tal vez el enmascarado le estaba preguntando al jinete cosas de su caballo. Por cierto parcia un caballo de muy buena clase. No supera a Rocinante, porque Rocinante tiene demasiado porte. En este momento no recuerdo donde conseguí a Rocinante, pero lo que sí recuerdo es que tuvo que ser en una exposición de caballos de gran calidad. Dudo mucho que otro caballero tenga un caballo de la calidad de Rocinante. Mientras yo me imaginaba a mi hermosísimo caballo, sancho me hablaba y me hablaba en esos momento mis oídos estaban en un estado de sordedad. Mi mente estaba con Rocinante y no con Sancho. Cuando deje de pensar en Rocinante, Sancho me dijo que estaban diciendo cosas muy malas de los caballeros. Especialmente el jinete solo hablar basura. Y esa puede ser la cosa que mas cólera me da. Porque como caballero que soy, se lo que soy. Y cuando alguien dice cosas que no son ciertas despiertan mi ira. Me llamo la atención porque ya no me sentía muy cómodo. No me engañan fácilmente, pero sentía que estaba siendo engañado. Le dije a Sancho que investigara bien porque no quería volver a mi casa sin terminar mis aventuras.

Capitulo 47


La aventura comenzó. La jaula no era muy cómoda para mi gusto, pero como caballero que soy, me puedo adaptar a las circunstancias. El camino por donde íbamos era rocoso y en unos tramos muy difícil de transitar. De vez en cuando me llevaba un culazo, o en uno de los brincos chocaba mi cabeza contra uno de los barrotes. Tenía muchas ganas de ir al baño y obligué a que detuvieran la jaula para poder orinar en uno de los matorrales que había por el camino. Una vez que termine de orinar mi cuerpo se sintió completamente rejuvenecido. Sentí un alivio total en todo mi cuerpo. Después de un rato, como siempre sancho comenzó a sentirse un poco mareado. Lo vi en la cara, la tenia totalmente pálida. Le pregunte que si se sentía bien y lo único que hizo fue hacerme la señal de “No” con su dedo. Pasaron cinco minutos y Sancho parecía una catarata. Vomito absolutamente todo lo que se encontraba en su cuerpo. Justo después de la vomitada se veía hasta más delgado. Presupuesto siempre con la misma panza de embarazado, pero un poco reducida. Todo volvió a la normalidad. Sancho se sintió mucho mejor, y yo iba bien. Ya me estaba empezando a doler mucho el trasero. En eso se acerco un buen grupo de jinetes. Si mal no recuerdo erra un grupo de seis o siete jinetes. Uno de ellos pregunto por qué iba en la jaula y muy cordialmente le explique el porqué de un caballero metido en una jaula. Terminada mi explicación el jinete se aparto y le dijo algunas palabras a uno de los enmascarados.

Capitulo 46


Al final de cuentas no me apresaron porque se dieron cuenta que era un caballero de muchísimo respeto. Y si me hubiera apresado, sería el error más grande cometido en toda la historia. Esos pobres hombres, nunca hubieran sido perdonados por mi pueblo y mi gente. Tenía pendiente una aventura con Micomicona. Estaba muy emocionado, tenía muchísimas ganas de vivir una nueva aventura. Sancho me ayudo con Rocinante. Y me sentía en perfecto estado para enfrentar cualquier desafío. Sancho me conto una noticia que para serte sincero, me decepcionó mucho. Sancho vio a la Reina Micomicona haciendo cositas con un tal Fernando no dignas de una Reina. No me puse celoso para nada pero soy un caballero con mucho honor y cuando pasan ese tipo de situaciones con una Reina me decepciono. Pero lo pensé bien y una Reina como ella no puede ser capaz de hacer algo como eso que Sancho me estaba diciendo. Lo puse en una balanza en mi mente. Creerle a Sancho un hombre que estaba medio loco o creerle a una Reina digna de respetar. Me tomo unos segundos en tomar la decisión. La decisión final fue creerle a la Reina. Tuve que regañar fuertemente a Sancho. Porque me molesta mucho cuando alguien dice falsedades de otra persona. Estoy casi seguro que la reina solamente estaba hablando con Don Fernando. Pero para los ojos de Sancho estaban haciendo cochinaditas. Hice a Sancho disculparse con ella. Hoy sucedió algo bastante extraño- estaba en mi habitación con Sancho y entraron sin tocar la puerta, que para mi gusto es una gran falta de respeto. Unos hombres que tenían unas mascaras y nos dijeron que nos teníamos que meter en una jaula. Al principio no me pareció para nada la idea. Tenía la espada junto a mí, y estaba listo para luchar. Pero justo cuando iba a luchar uno de los hombres dijo que venían en nombre de la Reina Micomicona. Justo en ese momento cambie de opinión y estaba totalmente de acuerdo en entrar a la jaula. Sancho me siguió, porque la re compensa estaba en juego.

Capitulo 45


Hoy hubo una gran discusión. Todo fue a causa de una tontería. Ni le tome importancia a la situación. Por dos razones muy sencillas. Primero que todo porque no estaban hablando de caballeros, ni nada relacionado con ello. Y segundo que todo, porque no estaban hablando nada relacionado con Dulcinea. Cuando no hablan de caballeros o sobre Dulcinea mis oídos se tornan sordos. Lo único que se, es que el cura pago ocho reales al barbero. Unos hombres, seguramente se creían caballeros. Y me molestaron mucho porque me estaban viendo de una forma bastante desagradable. No sentí temor ni nada por el estilo, solo que me pareció extraño que me vieran de esa forma. Después entre en razón, del porque esos hombres me estaban viendo de esa forma. Me odiaban porque hace mucho tiempo yo había liberado a unos ladrones. No sé que habrá pasado con ellos pero por la forma en que me veían, era que yo les había causado un gran lio. Son de los errores que me arrepi8ento. No tengo ni la menor idea en que estaba pensando en ese momento. Fue hace muchísimo tiempo, no logro entender como esos hombres me reconocen y se acuerdan de mi. Después sucedió el colmo, uno de ellos me arresto. Nunca en mi vida de caballero me había sucedido un hecho así. Por esa razón me enoje demasiado. Una vez que estaba liberado, le dije hasta de lo que se iba a morir. Como me iban a apresar por hacer las cosas que debe hacer un caballero.

martes, 17 de agosto de 2010

Capitulo 44


Al amanecer fue cuando me di cuenta que estaba atrapado. Me habían jugado una broma de muy mal gusto. No lo podía creer que una simple niña le hiciera esa clase de broma a un hombre tan recto, y que se merece tanto respeto como yo. Me dolía demasiado, todo mi peso estaba guindando de mi pobre mano. Me chimaba y me dolía demasiado. Después de gritar tanto, la mujer decidió soltarme. Cuando me solo, por supuesto que me caí. Y eso no fue lo peor, cuando caí estaban al frente mío el ventero y los cuatro jinetes. Esos jinetes venían en busca del chico que se había ido días atrás en busca de la muchacha. Lo recordaba como el chico que cantaba y que me alegro mientras cuidaba el castillo. Después hablaron entre el padre de la mujer y el chico y llegaron a un acuerdo. El muchacho le manifestó su gran amor hacia su hija y el padre acepto. Después se fueron todos juntos a Andalucía. Los otros se fueron a hablar con el padre del muchacho para ver si él estaba conforme. Después apareció el hombre que no tenía muy buena relación con mi amigo Sancho. Tanto es el odio que le tiene que se le tiro encima y empezó a decirle ladrón y muchas otras cosas. Cuando vi a Sancho defender su honor como lo defendió hoy. Me vi en la necesidad y en la obligación de nombrarlo como caballero en la primera oportunidad que tuviera. Todo el día se perdió en la discusión. Simple por cierto. Para mi gusto muy tonto. Todo se trataba si el yelmo de Mambrino era yelmo o una simple bacía como afirmaba el barbero.

Capitulo 43


Seguramente al igual que me paso a mí, todos los del castillo se despertaron al escuchar el canto. Cuando me di cuenta ya dos mujeres del castillo estaban despiertas. Uno lo reconoció y lo llamo Don Luis si no me equivoco. Con lo que pude ver en sus ojos esa mujer estaba enamorado de ese hombre. Estaba o se enamoro en ese momento con su canto. Después el muchacho se entero que la mujer se había ido, y fue él, el que la busco. Por cierto es bien colmilludo porque la siguió y le cantaba. También dijo que le iba a cantar todas las noches los poemas que el mismo escribía pensando en ella. La amiga de la chica estaba muy nerviosa no tengo idea porque. Hoy cuando estaba velando por la seguridad de mis amigos me hicieron una broma. Claro que se las voy a contar. Mientras estaba distraído cuidando el castillo por una rejita de oro me llamaron por mi nombre. Cuando me fije me di cuenta que daba con el cuarto de la hija del rey. Supe de inmediato que la hija del rey no se había resistido y que ya me quería para ella. No le permití que me digiera nada, y le puse el límite de una vez. Le deje claro que yo haría todo lo que ella me pidiera menos entregarle mi amor. Lo único que quería esa pobre mujer de mi era mi mano, si, mi dulce mano para consolarse y darle un poco de amor. Se la di con muchísimo gusto y le dije que esa mano había luchado y derrotado a muchos monstros. Lo que yo no sabía era que esa mujer me estaba dando una broma y lo único que estaba haciendo era atándome la mano a un cerrojo de la puerta del pajar.

Capitulo 42


Hoy justo después de que el hombre terminara su relata llego a la venta un coche. Desde que lo vi supuse que tenía que ser se alguien poderoso. Nunca llegaría a tener la fama que yo voy a tener en pocos años, pero por lo menos tiene que ser un hombre conocido. Su nombre era Oidor y venía acompañado nada más y nada menos que por una hermosa doncella de dieciséis años. Era preciosa, el pelo fue lo que más me cautivo. Pero me tuve que controlar porque un amor me estaba esperando. Intente actuar lo más normal posible, y no demostrarle ningún signo de debilidad hacia esas dos personas. El cautivo se quedo asombrado cuando vio al hombre y a la joven. Se empezó a poner pálido y no hablaba. Después hablo y me di cuenta que ese hombre era su hermano y que la bella mujer era su hermana. Y que bella hermana tenía ese hombre. Después Oidor y su hija se fueron a Sevilla y entando allí iban a avisar para que asistieran al bautizo y a las bodas de su hija. Todos se fueron a la cama menos yo. Tome esa decisión porque debía de hacer guardia al castillo para que nadie se acercara a hacerle algo mal al castillo. Eso era lo que decía mi corazón. Justo antes de que amaneciera escuche a un mozo que cantaba. Su voz era espectacular, encantaba a todo aquel que lo escuchara. Me alegro la mañana. Lo escuche en silencio y con mucha tranquilidad.

lunes, 9 de agosto de 2010

Capitulo 39,40,41


Hoy tuve la gran dicha de escuchar al cautivo contarnos su trágica pero inspiradora historia sobre su vida. Por supuesto que le agrega un tono de voz sentimental no sé exactamente la razón del porque, pero si se hubiera dedicado a la actuación seria uno de los mejores. Primero empezó a hablar de su padre. Ese cautivo parecía a García Márquez en sus momentos de inspiración. No lo describió totalmente. De pies a cabeza y nos dijo cualquier detalle insignificante sobre él. Prácticamente fue como leerse una bibliografía de su padre. Nos conto como fue la forma en que el padre dividió la hacienda. Primero que todo nos dejo claro que la dividió en tres partes. De esas partes le tocaba una al, y las otras para sus tres hijos. La idea del padre era que se dedicaran uno a las armas, otro a las letras y el otro al comercio. Aquí es donde entra la actuación a escena. El cautivo me conto que él era el que se había encargado de las armas. Claro que el negocio de las armas es un poco arriesgado pero el decidió jugarse el chance. Nos conto de sus viajes y aventuras. Pero su voz cambio totalmente cuando nos conto que en uno de sus muchos viajes fue apresado y se convirtió en cautivo por el rey de Argel. Sentí lastima por él, porque mientras nos contaba, se le salían lagrimas por los ojos. Le tuvimos que dar un espacio porque no pudo seguir contándonos sobre su historia. Seguramente fue por un poco de aire para recuperarse y luego volvió. Nos conto que cuando fue apresado recibió por una ventana de la cárcel dinero, y una carta de una mujer que le decía que quería fugarse con él y casarse con él. Nos conto que cuando el leyó esa carta quedo en shock total. No sabía si creerlo o si pensar que era una broma que le estaban jugando. Se preguntaba que quien podría ser esa mujer. Gracias al dinero que le dio la mujer puso escapar de la cárcel. Luego con unos amigos fue en busca de ella y allí fue donde consiguieron el tesoro que contenía escudo de oro. Después de pensar que todo se le iba a bajo de un giro de 360 grados y todo le empezó a salir bien de nuevo. Nos conto muchas aventuras después de haber encontrado el tesoro pero en este momento no las puedo recordar. La única que quedo en mi memoria fue que dijo que perdió gran parte del tesoro de camino a Mallorca. Me recuerdo bien porque cuando lo dijo lo dijo llorando y riendo a la vez. Me causo mucha gracia. La historia termino cuando me conto que consiguieron llegar a las montañas Leonesas. Junto a su amada por supuesto buscaron si todavía sobrevivía alguno de sus parientes. Para serte honesto, ya estaba cansado de oír a ese cautivo. Me conto toda su vida, sus tristezas, y sus emociones. Tengo demasiados problemas como para estar oyendo problemas de otros, pero por lo menos me entretuvo un buen tiempo.

martes, 3 de agosto de 2010

Capitulo 38


Hoy se me vino a la mente un tema que siempre anda rodando por mi cabeza, y nunca me he detenido por un momento a pensar bien en ello. Es sobre los soldados. Nunca es sido capaz de entenderlo. No los entiendo porque no es posible que sea la persona más pobre que hay en el mundo y tiene que sobrevivir con los mínimos recursos existentes y a pesar de esas dificultades consigue salir bien librado en situaciones dificultosas. Me parece absurdo que el soldado es el que da la vida en la guerra. Y nunca recibe ningún premio o fama alguna. Nunca en toda mi vida he escuchado hablar de soldados famosos. En una guerra los que luchan y mueren son los soldados, pero no les basta para ser recordados. Nunca entenderé como se puede ser soldado si un letrado trabaja menos que un soldado y obtienen más recompensa que ellos. Son mucho más importantes los letrados porque son los encargados de la ley. Sin ley no se podrían defender los reinos, no habría seguridad y la gente no podría salir a las calles tranquilas. Aunque eso a mí no me afecta en lo más mínimo porque yo sé cómo defenderme. Pero no tengo necesidad de defenderme porque por ser caballero me respetan. Cuando termine de expresar todo lo que yo sentía el cautivo dijo que ahora él iba a decir el verdadero discurso. No me pareció el mejor modo en el que lo dijo pero esto fue lo que dijo….

Capitulo 37


Continúe viendo por un largo rato. Para ser verdad me intereso mucho. Sentí que estaba viendo el desarrollo de una novela. Veía la cara de Sancho, y tenía que taparme la boca para que no me oyera cuando me reía. Era una cara de un pobre ilusionado, que pensaba que la mujer que tenia al frente era una princesa. También pude notar un poco de celos hacia Fernando. Se dio como una lucha por ver quién conquistaba primero a la dama. Gracias a Dios yo tengo una mujer solo para mí y no tengo que competir con nadie porque yo se que ella me está esperando, y que no hay hombre que se compare a mi persona. De algo estoy totalmente seguro, y nadie me va a hacer cambiar de opinión. Dulcinea está profundamente enamorada de mí. Eso lo sé porque lo siento en lo más profundo de mi corazón. Y cuando algo se siente profundamente en el corazón es porque tiene que ser cierto. Al contrario de Sacho, que cada vez que se encuentra al frente de una dama empieza su lucha para conquistarle. Pero siempre es el mismo resultado, es pobre gordo es rechazado. Aunque sé que soy un caballero que toda dama desea, siempre intento mantener mi posición más acertada. Si yo quisiera podría ir a un pueblo y levantarme a mujer que yo quiera. Pero ese no es mi estilo. Guardo todas mis fuerzas y todo mi amor para mi única mujer. Logre ver por unos segundos al ventero. Ese hombre no podía ocultar su sonrisa. Esa sonrisa no era provocada solo por felicidad, desde el primer momento supe que estaba tan feliz porque su venta estaba llena y eso significaba dinero. Al único que vi un poco triste y no tan feliz fue a mi pobre amigo Sancho. Unas horas después hable con él para intentar ayudarlo. Solo me costó unas palabras de inspiración y apoyo para ponerlo de buen humor. Le conté mi aventura con el gigante, porque este Sancho que seguramente estaba pensando en otra cosa me salió con algo de vino tinto. No estoy seguro si estaba un poco borracho, pero si fuera así me parece muy absurdo que tenga que tomar para tener el valor de hablarle a la mujer de la venta. Sancho estaba hablando conmigo en mi habitación, pero finalmente me decidí y salí. Baje donde se encontraban todos y quise hablar con la mujer. Con el mayor respeto posible por supuesto. Después el hombre que se hacía llamar por Fernando me invito muy amablemente a su casa. No tengo ni la menor idea con qué intención, pero espero que no sea para algo malo.

Capitulo 36


Hoy estaba tranquilo en mi habitación en mis 3 minutos de silencio. Todos los días acostumbro a hacer tres minutos de silencio. No había llegado ni al segundo cuando entro Cardenio pegando gritos a llamarme. Lo único que paso por mi mente fue que Dulcinea estaba afuera preguntando por mí. Pero ese pobre estaba tan alterado que no le salieron las palabras de su boca y no fue capaz de decirme absolutamente nada. No sé si fue que recordó quien era, pero hizo un gesto como si se le hubiera iluminado el bombillo. Salió de mi habitación, no tiro la puerta más duro porque no se podía. Estaba emocionado, nervioso o yo que se pero ese hombre no se encontraba en su mejor estado de ánimo. No quería salir de mi habitación, pero fui muy inteligente. En vez de quedarme en mi habitación sin darme cuenta de nada, vi todo lo que pasaba por una pequeña rejita que había en mi habitación. No lograba ver bien la cara de esa mujer pero de algo estaba totalmente seguro apneas la vi, no era mi amada Dulcinea. Eso no quito mi interés y como un tigre cazando, me quede ahí quedito solo a escuchar y a ver. Cardenio empezó a hablar con esa mujer. Hablaba con ella como si fuera su amiga del alma. No escuchaba lo que hablaban. La verdad no es de mi incumbencia, pero me hubiera gustado escuchar. No soy del tipo de hombre que hacen llamar por “vino” o entrometido pero siempre me gusta estar al tanto de todo lo que pasa a mí alrededor.

domingo, 25 de julio de 2010

Capitulo 35


Hoy tuve que emprender una lucha contra el gigante enemigo de la princesa Micomicona. Como toda batalla, fue difícil y requerí de mucho valor. Creo que el cura se asusto un poco al enterarse de que yo estaba en medio de una lucha. El gigante no se dio por vencido en ningún momento. Era extremadamente fuerte, me golpeo varias veces en mi cara, si no hubiera sido por mi gran experiencia hubiera caído dormido. Pero me pude sostener y esquivar sus golpes, que por cierto eran muchos. No me fije si tenía sangre por algún lado, estaba tan concentrado en sus golpes que no tenía tiempo para examinar mi hermosísimo cuerpo. De un pronto a otro el gigante empezó a proporcionarme muchos golpes, y de un momento a otro no sabría decirte si fue el destino o la suerte de un caballero empezó a llover. El agua estaba que congelaba, y eso hizo que el gigante se largara del frío que tenia. Sancho, el barbero y el cura continuaron leyendo esa novela. Que para mi gusto ya había terminado la parte emocionante. Luego Sancho en un momento que estábamos a solas me conto en que termino esa novela. Anselmo se entero de un hombre que amaba a su esposa por medio de una carta. Y al final el pobre Anselmo quedo solo por no confiar en su esposa. Cuando yo tenga a Dulcinea en mis manos lo primero que voy a hacer ante todo es confiar cien por ciento en ella.

Capitulo 34


….Camila se dio cuenta de los sentimientos de Lotario e inmediatamente le cuanta a su esposo por medio de una carta. Por supuesto Anselmo se sintió muy complacido al notar la fidelidad que tenia Camila hacia él. Cuando leyó por primera vez la carta su sonrisa le tocaba la puntita de sus orejas. Por toda una vida siempre pensó mal de su esposa y por supuesto se sentía arrepentido de ello. Inmediatamente puso en práctica su escritura de héroe y le dijo que pronto la salvaría. Cuando lo leí supe que ese pobre hombre enamorado se quería pasar de listo jugando de muy héroe. Por fin llego el héroe y hablo con su amigo para disimular un poco. Agregándole una pisca de actuación le pregunto sobre lo sucedido con su esposa. Su amigo le dice que paso la prueba, que es totalmente fiel. Debido a que Camila rechazo las múltiples proposiciones que este le hacía, con la intención de hacerla caer en la trampa. Lotario vio un hombre muy extraño salir de la casa de Camila. Inmediatamente como buen amigo de Anselmo le comunica lo sucedido. Aunque no estaba en lo correcto porque en hombre no estaba con Camila sino con Leonela. Al final todo se aclara, por su parte Lotario quedo como el súper amigo de Anselmo. Camila al pasar la prueba le demostró a su esposo lo fiel que era con él.

Capitulo 33


Hoy tuve la dicha de leer algo que simplemente me envolvió por completo. Leí una novela sobre unos amigos que ponen a prueba a la esposa de uno de ellos. Querían probar su fidelidad. Así que la pusieron a prueba ofreciéndole cosas de mucho valor, y para ser realista muy tentadoras por cierto. Al principio uno de ellos se negaba. En su mente siempre había tenido la idea de que la mujer de Anselmo su amigo era muy honesta y jamás le mentiría a su esposo. Al final, costo pero Lotario accedió a pone a prueba a su amiga y esposa de Anselmo, Camila. Con un gran dolor en su corazón, porque temía que su amiga fallara la prueba. Pero decidido puso manos a la obra. Entra en acción su gran inteligencia, y lo que hace es inventar conversaciones que no son reales. No se sentía capaz de ofrecerle regalos valiosos a su amiga Camila, y menos para probarla. Para la mala dicha de Lotario, Anselmo se entero del truco que estaba jugándole su amigo. Y lo obligo a efectuarlo dejándolos solos por muchos días. Al principio a Lotario le costó un poco en decidirse. Pero al cuarto día de estar con Camila a solas se puso bien los pantalones y lo hizo. Claro que en ese momento miles de pensamientos recorrieron su cabeza de un lado a otro. Lotario estaba completamente confundido. Tenía un fuerte dolor de estomago y hasta sentía un escalofrió que le pasaba de los talones hasta la cabeza. Se sentía atrapado, quería hacerlo pero a la vez no porque sentía que le estaba fallando a su amiga. Hasta que lo hizo y paso lo siguiente….

domingo, 13 de junio de 2010

Capitulo 32


Entramos a una venta donde si bien recuerdo ya habíamos estado. Pues ahí entramos. No había cambiado en nada seguía igual como hace algún tiempo. Tuve la dicha se ver una larga discusión entre los hombre que nos acompañaban a Sancho y a mi contra los que en ese momento ocupaban la venta. Discutieron por largo tiempo sobre la autenticidad o no de las historias de los libros de caballería. Acepto que la conversación estaba bastante interesante. Aunque yo estaba a favor de los libros de caballería, como no iba a estarlo si reflejaban mi forma de ser y actuar. Los hombres que me estaban acompañando decían que los libros de caballería eran mentiras y que las inventaban los escritores. Que lo único que ellos querían era entretener a la gente. Mientras que los que ocupaban la venta decían que eran completamente historias verdaderas que le habían sucedido a unos personajes en el tiempo que en el libro decía. Otra vez los hombres que nos acompañaban se molestaron porque no podían convencer a los que ocupaban la venta y argumentaron algo que casi me parte el corazón, dijeron que todos los libros que había en la venta se tenían que quemar. También dijeron que habían encontrado en la venta una maleta con tres libros: Don Cirongilio de Tracia, Félixmarte de Hircania y la Historia del Gran Capitán Gonzalo Hernández de Córdoba. Al igual que los libros también encontraron unas hojas, que contenían una letra bellísima, en la cual fue escrita una novela llamada: La novela del curioso impertinente. La leyó unos de los hombres en voz alta para que todos la escucháramos. Para ser realista me deleite escuchando esa exquisitez. Me gusto escuchar esa discusión en la venta, aunque se quisieron calentar los ánimos cada uno dijo se punto de vista. No estoy en nada de acuerdo en que digan que los libros son falso, porque yo mismo voy a hacer que publiquen uno mío. Y no me gustaría que digieran que es una historia inventada solo para entretener.

Capitulo 31


Le pregunte a Sancho detalles sobre la conversación que tuvo con Dulcinea. Me decía algunas cosas que no tenían mucho sentido pero lo deje pasar ya que me encontraba en un momento de felicidad. Me dijo que cuando llego Dulcinea rompió la carta, por la razón de que no sabía leer y no quería que nadie la leyera por ella. También de que Dulcinea le incisito a Sancho que quería que yo fuera a verla al Toboso. Le seguí preguntando a Sancho sobre esa conversación debido a que quería saber la pura verdad. Después me tope con una gran decisión. Tenía que decidir si ir a cortarle la cabeza al gigante, y así podía salvarle la vida una princesa. Lo que me daría mucho gusto porque estaría matando dos pájaros de un tiro. La salvaría a ella y tendría el cariño de un rey su reino por haber salvado a su hija. Pero también estaba la conversación pendiendo con Dulcinea del Toboso en Toboso. Había esperado años para conocerla, y esa era mi única oportunidad. Mi corazón me decía que fuera directo donde Dulcinea sin desviarme por ningún motivo. Pero mi armadura me decía que yo era un caballero y que era mi deber ayudar al que me necesitase. Y en ese momento Dulcinea no me necesitaba cono me necesitaba la princesa. Estaba completamente confundido. No sabía si seguir a mi corazón o a mi armadura. Pare un momento para meditarlo profundamente. Veía el rostro de Dulcinea, me la imaginaba riendo a mi lado y besándome apasionadamente. Pero también veía el rostro de la pobre princesa clamando por mi ayuda. Se me entrelazaban las dos imágenes y por un instante me desconecte, lo único que veía eran esos dos rostros llamándome. Eran como el ángel a un lado y el diablo al otro. Luchando para convencerme para que escogiera el camino que más les convenía. Sabía que era mi cabeza la que producía esas imágenes, pero las sentía como si fueran reales y me producían emociones inmensas.

Capitulo 30


Pensé que ya habían olvidado lo de los galeotes. Pero no fue así, Sancho tuvo que abrir su bocota y confesar que fui yo el que había liberado a esos ladrones. Me sentí minúsculo en ese momento, deseaba volverme invisible o simplemente hacer un hueco meterme y volverlo a cerrar, así no tendría que dar ninguna declaración. Todos me volvieron a ver con una cara de que me querían matar en ese momento. Dude unos segundos procesando mi respuesta en la cabeza, debido a que no tenía previsto esa imbecilidad de Sancho. Lo que dije fue que mi misión como caballero era ayudar a los desgraciados y no descubrir si sus penas eran verdaderas o falsas. Justo cuando termine de decir mi respuesta me di cuenta que mi nerviosismo había ocultado mi gran enojo. Me di cuenta que estaba temblando de la rabia. Dorotea seguramente se dio cuenta de mi gran molestia hacia Sancho, me empezó a contar una historia de una tal princesa llamada Micomicona. Estaba un tanto interesante, me concentre en escucharla y me clame por completo de mi enojo. La historia contaba que un gigante llamado Pandafilando le pediría matrimonio a la princesa, pero como esta no se quería casar con el gigante partió a buscar a un caballero que la salvara del gigante y que también se casara con ella. Al oír esa historia me emociono muchísimo. Me di cuenta que tenía un reino al que mandar. Se lo dije a Sancho, ya no estaba enfadado con él, que yo sería ese caballero que la salvaría. También estaba claro que solo me encargaría de cortarle la cabeza al gigante en ningún momento casarme con ella, debido a mi gran amor hacia Dulcinea. Y así se lo dije a Sancho, creo que fue un gran error, porque inmediatamente comenzó a decir que Dulcinea no me merecía. Casi exploto cuando escuche esas palabras salir de la boca de Sancho. Era un gran irrespeto hacia mí decir que Dulcinea no me merecía, el mismo sabía cuánto la amaba y cuanto la deseaba. Solo por el simple hecho de que, como buen caballero que soy lo único que quería hacer era salvar a la princesa. Cuando ya se clamaron un poco los ánimos vimos a lo lejos a un hombre montado en el asno de Sancho. Sancho lo reconoció de inmediato por su torpeza al correr. Cuando el hombre se percato que Sancho le estaba gritando soltó el burro y escapo. Sancho fue por su burro y cuando lo tenía en su posesión, lo empezó a besar como si fuera una mujer que amara. No olvide la promesa de regalarle tres burros, se lo comunique y se puso aun más contento. Le comente a Sancho que le iba a contar absolutamente todo lo que había pasado en el viaje que tuve hacia la casa de Dulcinea, y que esta se iba a poner muy contenta al oír todo lo sucedido.

sábado, 5 de junio de 2010

Capitulo 29


Estaba débil, hambriento, triste y desesperado. Sentía que iba a morir, no sé si estoy enfermo o simplemente desnutrido. En este momento si luchara contra una hormiga y esta me picara creo que moriría de dolor. Ha sido uno de mis peores momentos, nunca en mi vida me había sentido tan mal física y moralmente. No he comido nada en días, solo caminar para ver que puedo encontrar para comer y eso me ha cansado y me ha quitado todas las fuerzas estos días. Por fin hoy llego Sancho, no me traía muy buenas noticias porque me dijo que fuera ante mi amada Dulcinea pero no acepte porque todavía no me había convertido en un gran caballero digno para Dulcinea. Sancho me encontró en un estado terrible, estaba desnudo, flaco y muy pálido. No me importo tanto porque era mi amigo de todas las aventuras, ni siquiera pensé en taparme mis partes nobles porque no tenía la fuerza para mover mis manos, y mucho menos para ponerme de pie y ponerme la ropa. Lo único que pude hacer fue mover mi boca, sentía hasta dolor en la boca, tenía mucha sed y me dolía a la hora de hablar debido a que tenía los labios rotos de deshidratación. Llego una tal Micomicona, me dijo que era una princesa, y como princesa debía de tratarla de la mejor forma posible. Me dijo que tenía que vengar al que entro en el reino de esta princesa. No podía decirle que no y lo único que me era posible era aceptar, y así lo hice. Cuando íbamos la princesa, Sancho y yo nos encontramos con el cura, el barbero y Cardenio. Hablamos un poco en el camino y el cura me contó que había ido con el barbero a cobrar unos impuesto pero que se los habían robado unos galeotes que los había liberado un loco. Sentí mucha vergüenza y no sabía que decir en ese momento, debido a que sabía que fui yo el que los libero, lo único que hice fue callarme y continuar cabalgando.

Capitulo 28


Ayer tampoco llego Sancho. Hasta temía entrar en una depresión sebera. Pero era un caballero excelentemente preparado, y sabia que eso no me sucedería jamás. Camine un poco y vi como unas piedras muy bonitas pero extrañas a la vez. Justo en medio de estas había una carta. No se entendía muy bien y estaba muy sucia. Agudice mi vista, y por supuesto use un poco mi sentido común para lograr descifrar que contenía esa carta tan extraña. No debería de tener tanto tiempo allí porque aun se podían entender algunas palabras perfecta mente. Como: “Cardenio”. Empecé a leer esa extraña carta y de lo poco que logre entender fue que un hombre llamado Don Fernando iba a casarse con Luscinda pero, justo en el momento de la boda se desmayo y que había una carta en su vestido que decía que ella en realidad amaba a Cardenio, y que había aceptado casarse con Don Fernando para no desobedecer a sus padres y que se quería matar si no la dejaban estar con Cardenio. Esto se confirmo porque había una daga en el vestido de Luscinda. Don Fernando intento matar a Luscinda porque estaba muy molesto pero los invitados a la boda no lo permitieron. A los pocos días Fernando salió de la ciudad si dejar rastro alguno al igual que Luscinda. Al final de esta carta había una firma, seguramente de la persona que escribió esta carta que decía un nombre que no lo lograba entender muy bien pero era algo como “Dorotea”. La leí un par de veces más. Me interese mucho y empecé a imaginar cómo se pudo sentir Don Fernando en el momento que leyó esa carta, los celos tuvieron que matarlo a donde fuera, y seguramente hasta el día de hoy piensa en ese momento tan humillante.

Capitulo 27


Después de una noche tan agitada como la de ayer, llena de pensamientos terribles y no deseables me levante con gran humor. Vi esos montes grandes, sentí el aire fresco pegando en todo mi cuerpo y oí esas aves cantando antes que saliera el sol. Solo, igual que ayer no tenia con quien reír, con quien enojarme o simplemente con quien pasar el rato. Realmente echaba de menos a Sacho, nunca me había dejado solo, a excepción de algunas veces que se enojaba y se iba como por 5 minutos y no resistía y tenía que volver conmigo. Pero esta vez se fue por un largo tiempo y ya no aguantaba la soledad. Tampoco tenía a Rocinante porque se lo preste a Sancho. Si no hubiera sido por esos mal agradecidos ladrones Sancho hubiera podido ir a efectuar su misión con su burro y yo me hubiera quedado con Rocinante. Ya mis piernas estaban cansadas, quería recorrer los montes pero no tenía la suficiente fuerza como la tenían las piernas de Rocinante. Camine un poco y seguí pensando en muchas cosas. Deseaba estar en una nueva aventura o nada mas estar junto a mi Dulcinea. Imaginaba su cara al ver mi carta y al darse cuenta de todo lo que he hecho por lograr obtenerla. Su sonrisa que con sus dientes iluminaba un pasillo oscuro, o simplemente con imaginar su cuerpo esbelto sentía un escalofrío en todo mi cuerpo. Su pelo largo que no necesitaba viento para moverse, este se movía con solo que ella diera un paso al frente, que cautivaba a cualquiera, congelaba al que la viera pasar. Solitaria sin un hombre que la protegiera, si un hombre con quien ver el atardecer abrazados y besándose, con un hombre con el cual no podía compartir su cama, comida, sonrisas, tristezas. Deseaba ser yo, ese hombre que ocupara ese espacio vacío en la vida de mi hermosa Dulcinea del Toboso.

viernes, 28 de mayo de 2010

Capitulo 26


Hoy se fue Sancho, me encontraba feliz pero también un poco triste. Feliz porque sabía que Sancho le iba a entregar la carta a mi amada Dulcinea y ella se podría muy feliz y orgullosa de mi, pero también triste porque me sentía solo, sin un compañero con quien hablar. Lo único que se me ocurrió en ese momento de soledad fue imitar a Amadis de Gaula en todas sus actitudes. Comencé a alabar al Amadis de Gaula. Siempre he querido que todo el mundo imitara a Amadis de Gaula en cuanto pudiesen. No tenía nada de comer y lo único que estaba al alcance de hacer era buscar algunas hierbas y con eso intentar sobrevivir mientras llegaba Sancho. No tenía nada de energías, me sentía exhausto, y la soledad poco a poco me estaba deprimiendo. No es que no pueda vivir solo, si no que la compañía de Sancho me hacia feliz. Era mi mejor amigo, único amigo de aventuras. Había pocas diferencias entre nosotros, era el que me daba fuerzas para continuar con mis aventuras. Daría mi vida y más si pudiera por ese hombre, el hombre que me a ayudado en mis batallas, el que me ha curado, el que me a echo reír y por supuesto enojar, lo mínimo que podría hacer por él es dar mi vida. Cada segundo, minuto, hora y día se me hacia eterno. Pensaba en que pasaba si no regresaría, o tal vez le pasara algo, y no fuera capaz de arreglárselas por el solo. Siempre que yo luchaba el estaba a mi lado, en este me sentía impotente, no sabía dónde se encontraba. También tuve pensamientos con un poco de celos, que pasaría si Dulcinea se hubiera enamorado de ese gordito, si Sacho le hubiera dicho mentiras, como que ya yo no la amaba, o estaba con otra mujer, hasta la más vil, que yo estaba muerto. Pase pensado todo el día en esas cosas, solo, triste, sin comida y sin aventuras me sentía viejo, incapaz de sonreír de nuevo. Me empecé a sentir mareado, seguramente de tantos pensamientos que tenía en mi cabeza, hasta que me desplome y caí dormido.

Capitulo 25


Hoy entramos a esa misteriosa sierra. Era espectacular, podía sentir la brisa pegándome en la cara y ese aire fresco, me dije a mi mismo que si viviría allí, podría vivir hasta los 200 años. Tenía los ojos bien puestos en esa sierra, veía cada detalle de esta, percibía cada olor y sonido. Era imposible ver el final, también lo impedía el sol, que me pegaba en la pura cara. Hoy vi a Sancho con mala cara, supe que le pasaba algo, pero preferí no preguntarle, y que él me lo digiera cuando quisiera. Después de un rato, Sancho me dijo su malestar. Me dijo que estaba arto de mis aventuras y que quería irse a su casa. También me dijo que no podía comprender porque yo buscaba a Cardenio, si el ya no iba a continuar contando la historia que había empezado. No me quise enojar, intente al máximo mantenerme tranquilo, mi única respuesta hacia Sancho fue que no podía dejar que alguien loco como él fuera a decirle mentiras a una reina tan honrada y bella como Madasima. Después de cabalgar un largo rato me detuvo porque tenía que hacer penitencia, imitaba así a Amadis de Gaula, tuve que gritar en lo más alto de una montaña diciendo que estaba haciendo penitencia para mí amada Dulcinea del Toboso. Cuando termine con mi penitencia le dije a Sancho que tenía que ir a pasar tres días con Dulcinea y que le tenía que contar todas mis hazañas en honor a ella. También le di la orden que le llevara una carta a Dulcinea escrita por mi propia mano. Hoy le confesé a Sancho el verdadero nombre de Dulcinea, Aldanza Lorenzo. Apenas Sacho escucho Aldanza Lorenzo empezó a hablar mal de ella y a decir insultos, no pude contenerme y me enojo mucho con Sancho. Tuvimos una pequeña pelea, pero nunca iba a dejar que hablaran mal de mi amada Dulcinea. Cuando se se nos bajaron los ánimos, empecé a escribir la carta que Sancho le iba a entregar a Dulcinea. Se la entregue a Sacho para que montara en Rocinante y se la llevara. No estaba para nada a gusto con la orden que le di.

Capitulo 24


Hoy ayudamos a un hombre loco que vivía en Sierra Morena llamado Cardenio. Por haberle ayudado, el nos dio a cambio, una de sus largas historias. Primero que todo nos contó que el pertenecía a una familia muy bien acomodada. Al igual que yo, estaba enamorado de una hermosa dama llamada Luscinda, esta también era hija de una familia muy rica. Cálculo que duro unos 10 minutos solo describiendo a esa mujer, que para ser honesto nunca en mi vida la había escuchado. Que tenía el pelo lacio que caía sobre su espalda casi tocando sus nalgas, un cuerpo de perfecta forma, ojos que eran como dos metrallas apuntándote, y una sonrisa que según él decía que hechizaba. Nos digo también que ya tenía el consentimiento del padre de Lucida para poder casarse con ella, pero el padre le dio la orden de irse a la casa del Duque Don Ricardo. Esto no afecto en lo más mínimo a Cardenio porque tenía una gran amistad con el hijo del Duque Don Ricardo. Se conocían de hace tiempo y por ello tenia mucha confianza con él. Para ser muy honesto me estaba durmiendo oyendo esa larga historia que estaba narrando Cardenio. Pero después me levante de inmediato apenas oí el nombre de “Amadis de Gaula.” Le pregunto que tenía que ver el libro con la historia que estaba contando y él me dijo que la amada le pido que le enviara el Amadis de Gaula. Ese nombre me inspiro y me quito el sueño en un abrir y cerrar de ojos. Empecé a contarle historias sobre de ese espectacular libro y de otros por supuesto. La conversión continúo hasta que Cardenio comenzó a hablar de la reina Madasima. Con solo oír esa pequeña frase que dijo, supe que estaba loco y era un gran mentiroso. Creo que Cardenio se dio cuenta de la actitud que tome hacia él y me tiro un guijarro que estaba cerca de donde él se ubicaba. Después Sancho y Cardenio sufrieron exactamente el mismo ataque que yo sufrí.

domingo, 23 de mayo de 2010

Capitulo 23


Estábamos durmiendo, tuve pesadillas, seguramente porque no se me había ido la cólera que tenia contra esos presos que nos robaron. Justo cuando estábamos durmiendo le robaron el asno a Sancho. Por dicha no robaron a Rocinante, estoy seguro que los presos no eran capaces de hacerme eso a mí, por una única razón, que soy un caballero y los caballeros se respetan. Sancho estaba muy triste porque había perdido a su asno. Para que estuviera tranquilo le dije que le iba a comprar cinco asnos. Entramos a una agosta sierra en busca de aventuras. Después de la mala suerte de Sancho nos encontramos una maleta, tenía un libro y una bolsa con un montoncito de escudos de oro. Leí unas cuantas páginas de ese libro y me pareció muy interesante, también me interese por el dueño de ese libro. Fuimos a buscarlo a la angosta sierra. Después de un rato encontramos a un cabrero que nos conto todo lo que sabía sobre ese misterioso personaje. Nos dijo que era un hombre que era loco por momentos, pero a veces estaba normal y cortes y en otras se comportaba brutal y loco. El y unos amigos lo habían llevado a la villa de Almodóvar para que lo curaran y también para que el cabrero y Don Quijote se pudiesen informar de quién era ese misterioso hombre. Porque siempre me intereso de la gente misteriosa, y no pensaba descansar hasta conocer a ese hombre que decían que a ratos era loco y en otros momentos cortes. Hice una buena conexión con ese cabrero, me pareció un hombre muy amable y me di cuenta que quería ayudarme.

Capitulo 22


Siempre con la cabeza en algo y con el ánimo al tope, partimos en busca de una nueva aventura más, un recuerdo más de mis grandes hazañas. Íbamos por el camino muy tranquilos y muy despacio, disfrutando de la vista y el buen tiempo que hacía en ese momento. Estaba pegando una brisa deliciosa en todo nuestro cuerpo, fresca, hasta se me ponía la piel de gallina en algunos momentos. El olor de las plantas al lado del camino, refrescaba nuestras narices. El sol estaba empezando a agarrar fuerza, y las aves estaban empezando a salir de sus nidos. Cuando de repente vimos a unos presos, sucios, poca ropa y tras de eso a punto de desprenderse por el mal estado en que se encontraba. Iban escoltados por unos hombres armados. Me pareció demasiado injusto e inhumano en la situación que se encontraban esos presos. Le pregunto a todos los presos porque estaban condenados, uno por uno, ninguno se quedo sin contarme el porqué de su condena. Me la explicaron y todos estaban condenados a trabajar en las galeras del rey. Lo que esos presos habían hecho no era tan grave como para ser condenados, la injusticia es una de las cosas que más me molestan por eso decidí liberarlos y dejaros que se fueran en paz. Luchamos contra los comisarios armados, estábamos en mayoría porque los presos estaban de nuestro lado. Una vez terminada la batalla le dije a los presos que fueran donde mi bella Dulcinea del Toboso y que le contaran de la gran hazaña que había hecho. Estaba seguro que mi amada iba a estar muy orgulloso de mí. Se negaron, y para peores empezaron a lanzarnos piedras y nos robaron todo, casi nos dejan desnudos. Estaba muerto de cólera, nunca había estado tan decepcionado.

Capitulo 21


Hoy mi compañero Sancho y yo salimos en busca de nuevas aventuras, como siempre acostumbramos a hacer. Por ser un caballero me veo en la responsabilidad de buscar aventuras o ayudar al que necesita de mí. Eso fue exactamente lo que hice, fue en busca del yelmo de Mambrino. El cual lo logre ver, lo llevaba un caballero que iba montado en un caballo hermoso. Me le lance sin pensarlo dos veces, y le arrebate al “yelmo de Mambrino”. Creo que en esta aventura me fallo un poco la vista porque era un objeto que utilizaban los barberos en ese tiempo. Después de esa aventura, empecé a pensar de inmediato cual iba a ser mi futuro como caballero. De algo estaba claro, que si llegaba a ser un caballero muy famoso iba a lograr casarme con la hija de un rey, y seria yo el que heredaría su reino, hasta llegaría a casar a Sancho con la mejor doncella que la hija del rey tuviera, eso si nunca iba a ser más hermosa que la mía, porque un verdadero caballero debe tener siempre lo mejor. Vi los ojos de Sancho un poco llorosos, seguramente de la emoción cuando oía de mi boca esas palabras, ese pobre hombre siempre soñó con conseguir una dama de respeto y muy hermosa por supuesto. La conversación duro un buen rato, hasta que se nos acabaron las ideas. Algo estaba muy claro entre mi compañero y yo, íbamos a obtener una buena recompensa al gran esfuerzo que estábamos haciendo. Porque abandonar el hogar por aventuras, y aventuras que uno nunca se va a esperar no es nada fácil para un caballero, tuve que abandonar todo lo que tenia, pero mi recompensa iba a ser encontrarme con Dulcinea y ser un rey muy famoso y con fama de valiente al lado de mi noble principal Sancho. Llegamos al acuerdo de trabajar muy fuerte para lograr conseguir la fama que queríamos para llegar a los puestos que anhelábamos.

lunes, 3 de mayo de 2010

Capitulo 20


Después de quedar satisfechos de comer, emprendimos nuestro viaje camino arriba de la montaña. No teníamos idea de dónde íbamos solo cabalgábamos sin parar. Era muy de noche y no veíamos absolutamente nada. En ese momento sentí lo que puede sentir un ciego. Me sentí inseguro pero era mi obligación continuar. Se escuchaban unos ruidos muy fuertes, debido a la pésima visibilidad no pude saber que era. Me sentía muy tranquilo y no tenía miedo. Le ordene a Sancho que se quedara en el lugar que estaba durante 3 largos días, y si al 4 día no regresaba que se fuera directamente donde mi amada Dulcinea y le contara sobre mi muerte honoraria. Cuando le dije esto a Sacho empezó a llorar, su llanto toco mi corazón porque lo consideraba mi mejor amigo. Tuve mala suerte y Rocinante no quería cabalgar. No estoy seguro si los caballos ven de noche pero la noche de ayer no quiso caminar. Me espere al día siguiente a ver si quería caminar. Durante la noche le pedí a Sancho que me contara una de sus historias que a el le gustaba contar. Empezó a hablar sobre un cabrero pero no termino porque se oían demasiados ruidos extraños. Al amanecer salimos para ver que eran los ruidos extraños que escuchábamos la noche de ayer. Vimos unas casas mal hechas, me acerque y cuando me di cuenta de lo que era el ruido agache mi cabeza. Oí una risa burlona de Sancho y provoco que termináramos discutiendo toda la noche