miércoles, 20 de octubre de 2010

Capitulo 4


Hoy Sancho se pego la hablada de su vida. Aunque suene un poco informal lo tengo que decir de esa forma. Hablo y no paro. Aunque mejor yo no hablo mucho porque cuando hablo sobre algún tema que me atrae no puedo parar. Hoy Sancho hablo sobre los cien escudos y también explico lo del robo del jumento. Me causa mucha risa cuando Sancho cuenta algo porque lo cuenta de una forma muy graciosa. Se apasiona muchísimo y una vez que comienza nadie lo puede detener. Tiene que contar cada detalle tal cual es. A veces parece que repite lo mismo varias veces pero esta tanta la emoción que tiene cuando cuenta algo que ni se da cuenta que lo está repitiendo. Lo único que hice fue escucharlo y reírme mucho. Con solo verle la cara que pone cuando cuenta sus historias causa mucha risa. La vos, la forma en que mueve las manos. Si una persona sorda estuviera junto a mi entendería perfectamente. Oírlo hablar es como verlo actuar. Hace todo tipo de movimiento relacionado con lo que está hablando en ese instante. Hoy le pedí a Bartolomé que me hiciera algunos versos para despedirme de Dulcinea porque nos íbamos en busca de aventuras de nuevo. Hoy hicimos un pacto Sancho, Bartolomé y mi persona. Acordamos que íbamos a salir en 8 días y nadie le podía decir nada a nadie. Menos a mi Ama y a mi sobrina.

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