
Le prometí a Sancho que le iba a dar una ínsula cuando termináramos las aventuras. Se fue a hablar con Teresa para explicarle que él y yo íbamos a volver a las aventuras. Ya era demasiada la falta que nos hacía. Nadie nos entiende, las aventuras para nosotros son lo que nos hace felices. Sin ellas, por mi parte yo me siento totalmente incompleto. No paro de pensar en un solo momento en todo lo bello que he pasado gracias a las aventuras. Como siempre Teresa y Sancho tuvieron una discusión. De lo poco que me conto Sancho, lo que me dijo muy claro fue que la mujer tenía una gran confusión. No sabía si su hija tenía que casarse con uno igual a ella o con un gran monarca. Ella es un poco lenta, para mi gusto. No entiendo como Sancho puede convivir con una persona así. Siempre me han gustado, y me gustaran las mujeres que son inteligentes, que puedan hablar sobre temas importantes, y que sea muy respetuosa y educada. Después de la discusión alistamos todo para nuestra partida. Estábamos muy emocionados porque sabíamos que nos esperaban cosas hermosas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario