
No podía partir sin recibir la bendición de la persona que más amo en este mundo. Como digo siempre, ella está en mi mente en todo momento. Puedo estar haciendo lo que sea, que ella siempre va a estar en mi mente en todo momento. Ya ustedes saben que estoy hablando de Dulcinea, si de la mujer que se robo mi corazón. Sé que está muy lejos de mí pero, cuando pienso en ella la siento muy cerca. Tuve que desviarme inmediatamente para ir a recibir su bendición. Cada vez que recibo su bendición me siento completo. Mi corazón y me cuerpo se sienten totalmente felices. Muchas cosas me provocan felicidad, pero Dulcinea es algo especial. Lo que siento cuando pienso en ella es inmensamente especial. Sancho pasó todo el viaje pensando en otra cosa. El pensaba en si el autor de nuestro libre había hablado bien de él. Lo vi y estaba un poco preocupado. No entiendo que le preocupa si el siempre ha hecho el bien. Yo aproveche y le expliqué que los caballero andantes somos capaces de dominar los pecados capitales. La mentalidad del pobre Sacho era totalmente diferente a la mía. El pensaba que si yo quería ser famoso de verdad tendría que ser fraile. Que es algo que me parece absurdo, porque conozco muchísimos caballero que son famosos, aun no me incluyo porque me faltan aventuras por concluir todavía. Si se es un buen caballero, se es famoso. En la noche llegamos a Toboso, descansamos un poco, y la cara de preocupación de Sancho no se le iba de su rostro. No tengo la menor idea del por qué.
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