jueves, 15 de septiembre de 2011

Capitulo 52


Estaba preparado para ir a buscar al labrador que se había burlado de la hija de la dueña Ramírez, lo único que hice que me pareció que estaba en la obligación de hacer era informarle al Duque sobre lo que iba hacer. Estaba preparado para matarlo, lo único que me lo evitaría es si el me daba su palabra, que siento que así lo va hacer. El Duque no hizo nada más que aceptar con un gesto con su cabeza, además agrego que le iba a informar al labrado para que se presentara en el castillo. También llegaron las cartas de la mujer de Sancho, la Duquesa me conto lo que decía en su carta, le contaba a la Duquesa lo alegre que estaba y que se moría de ganas de ir a visitar la ínsula donde se encontraba su marido. Y hasta le pido que le siguiera enviando cartas contándole sobre su marido que tanto le interesaba. La carta que iba para Sancho me llego a mí. No la abrí por ser vino, si no como precaución, tenía que estar seguro que las cartas eran enviadas por la mujer de Sancho y no por alguien que tuviera la intención de hacernos algún daño. Si era de Teresa Panza, ya que contaba una intimidad que no puedo decir acá porque no me parece para nada apropiado. También decía que su hija se encontraba muy bien, saludable y muy feliz.

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