lunes, 12 de septiembre de 2011

Capitulo 42


Sancho estaba topando con suerte estos días, resulta que hoy el Duque le dijo que se alistara para iban para la ínsula, donde algún día Sancho iba a ser gobernador. Cuando escuche eso supe de inmediato que debía de conversar seriamente con Sancho. Y así lo hice, pero no con el afán de regañarlo si no con la idea de aconsejarlo. Debía de darle algunos tips de cómo comportarse. Sancho tiene la gran dicha de tenerme como su mentor, muchos lo deben de envidiar, miles de escuderos desearían estar en el lugar de Sancho, de eso estoy cien por ciento seguro. Mi primer consejo hacia él fue que se hiciera amigo de Dios, que siempre tratara bien a sus parientes, y que escogiera bien a la mujer con la cual cazarse ya que esta puede ser de gran ayuda en lo que a gobernar me refiero. Siempre tenía que juzgar de igual forma a un rico y a un pobre, no puede existir diferencia entre estos, pero siempre teniendo un poco de prioridad hacia los pobres, ya que no tienen nada en este mundo. Siento que en algunos casos no se da la justicia, entre pobres y ricos. Solo porque una persona tiene más bienes materiales que otra no la hace mejor, ni merece un mejor trato ni nada por el estilo. A un refrán que me encanta y que siempre intento aplicarlo, “ante los ojos de Dios, todos somos iguales”. Y asi debemos ser en nuestras vidas, no debe existir diferencias entre personas, todas somos iguales, por eso nos llamamos hermanos. Y si un gobernador aplica esto que dije, va a ser un excelente gobernador, va ser alguien justo que acepta a todos por igual.

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