lunes, 12 de septiembre de 2011

Capitulo 40


Y como me pasa siempre, ella no solo venía a hablar conmigo de temas que solo se pueden tocar con un caballero, si no que venía a pedir mi ayuda, no lo quise tomar como que lo hizo solo por interés, porque se le veía muy preocupada y si era capaz de ayudarla. Lo único que me pidió era que luchara contra el gigante Malambruno. Como todo gigante él se cree que puede derrotar a un caballero del calibre mío, es por eso que acepte inmediatamente. Trifaldi me dijo que Malambruno mando a decir que mandria un caballo de madera, llamado Clavileño, ese nos llevaría a Sancho y este reconocido caballero hasta donde él se encontraba. No sé qué tan lejos se encontraba pero en realidad ni me interesaba, solo pensaba en como lo iba a derrotar. Ya estaba concentrado en mi lucha, la comencé a luchar desde que acepte. Las peleas no solo se ganan en el momento, se ganan también en los momentos previos a ella. Cada vez que me veo forzado a luchar me concentro y no pienso en nada más que en como vencerlo. Le daba vueltas a diferentes ideas en mi cabeza, no es fácil derrotar a un gigante, pero no es imposible. Mucho menos tenía miedo de enfrentarme a él, podía ser un gigante, pero nunca va a ser más grande que el monstro contra el cual luche mucho tiempo atrás. No he perdido la forma para nada, me siento muy entero, en realidad puedo decir que tengo muchas ganas de luchar. Seguramente Malambruno pensó que yo me iba echar para atrás, pero se equivocó de caballero y ahora seguramente esta con mucho miedo porque sabe que ya no hay vuelta atrás, ya estoy listo para combatir contra él y estoy dispuesto y con mucha confianza para derrotarlo. Esta tranquilidad me la ha dado mis años de experiencia como caballero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario