lunes, 12 de septiembre de 2011

Capitulo 39


A la madre de esta princesa le ocurrió algo muy peculiar. Cuando se dio cuenta que su hija se había casado con alguien de nivel inferior se enojó demasiado. Era algo que no podía aceptar, y es por esa misma razón que murió a los tres días de enterarse de tal noticia. Siento que es una madre primero demasiado falsa y segundo exageradamente dramática. Como va a pensar que un caballero es inferior, un caballero es lo más alto de este mundo. Si tuviera una hija, desearía que se casara con un caballero. Un gigante llamado Malambruno, el cual era primo hermano de la madre de la princesa, él se quería vengar de su muerte, es por eso que convirtió a Antonomasia y a Don Clavijo en estatuas de metal. También hizo crecer barbas en todas las doncellas del palacio. No podía creer esto de las barbas, y así se lo hice saber a la condesa echándome una gran carcajada. La condesa muy seria se me quedo mirando directo a los ojos, después sonrió a medio poder y le pidió a las doncellas que se quitaran el manto que tenían sobre su cara. Se lo fueron quitando todas poco a poco y resulta que todas tenían barba. Quede simplemente anonadado, no sabía ni que hacer, en esos casos es en los que desearía poder hacer un pequeño hoyo en la tierra y esconderme, o tal vez poder ser como un avestruz que puede meter su cabeza en el suelo. La condesa me demostró como todo lo que estaba diciendo era siento, me lo demostró en mi propia cara. Todas las doncellas tenían barba, si una barba real. Se veían espantosas, jamás sería capaz de besarlas ni aunque me pagaran miles de miles de monedas de oro

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