
Y por fin hoy dio comienzo la batalla entre el labrador y este servidor. Era obvio que lo iba a vencer, y así lo hice, no fue nada fácil pero la experiencia peso mucho en esta batalla. Puede lograr una victoria más en mi vida, ya tengo muchísimas victorias lo cual me alegra porque me doy cuenta que sigo siendo el caballero que era hace unos años. Hoy luchando me sentía joven, entero y con mucha energía. Estaba sumamente motiva y concentrado a la vez, porque la concentración es fundamental en este tipo de duelos, un error por más mínimo que sea me puede costar mi vida. Y lo peor es que no solo mi vida si no la de muchos también porque muchas personas dependen de mi para seguir viviendo. No sé qué harían si pierden a su caballero, salvador, amigo y hermano. Mi contrincante tenia puesta una máscara, cuando lo vencí se la quite y me di cuenta que estaba encantado, pues resulta que la hija de la dueña se terminó enamorando de él y dijo que se quería casar con este. El Duque no estaba para nada de acuerdo, es por eso que encerró en el calabozo al hombre encantado para ver si lograba desencantarlo. Sabía que ya era hora de marcharnos y continuar con nuestras aventuras, ya había cumplido con mi labor allí, y lo hice de una excelente forma en mi opinión, pedí el permiso de los Duques y me marche acompañado de mi amigo Sancho.