miércoles, 19 de octubre de 2011

Capitulo 59


Tenía una idea y pensaba cumplirla, la cual era dejarme morir de hambre, porque estaba sumido en mis pensamientos. Le pedí a Sancho que me azotara, pero no por ser masoquista si no por la simple razón de poder desencantar a Dulcinea. Sancho se negó, porque ya había experimentado lo doloroso que esto era. Yo estaba en la capacidad para aguantar eso y hasta más por salvar al amor de mi vida. Hoy sucedió algo que nos confundió mucho. Unos caballeros estaban hablando sobre la publicación de la segunda parte de Don Quijote. Leu un pequeño párrafo del libro y no pude continuar de la cólera que me dio, al ver las mentiras que este decía. De una vez por todas cancelamos el viaje a Zaragoza.

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