martes, 3 de mayo de 2011

Capitulo 33


Mientras iba de camino a mi cuarto la duquesa me acompaño. En ningún momento mal interprete esta acción, pero como este es un diario donde no he ocultado nunca nada, esta vez no va a ser la excepción. Cuando iba camino a mi cuarto note a la duquesa un poco interesada en mi persona. Y la respeto porque ya me ha pasado muchas veces, donde las mujeres al saber que soy un caballero valiente, que he matado dragones, derrotado a enemigos, salvado a gente se sienten atraídas hacia mí. Y es parte de lo que un caballero se debe ir acostumbrando, hay que saber convivir con eso, así como un futbolista debe aceptar las criticas de su entrenador cuando comete un error, yo debo aceptar los sentimientos de aquellas mujeres que se enamoran de mi. El algo que no me hace ni más ni menos caballero, eso es algo extracurricular, no debe afectarme ni desconcentrarme del trabajo que tengo, el cual es ayudar a quien lo necesite. La única que ha logrado eso y ella si es una excepción es Dulcinea. Pero eso es un tema y aparte. Yo me fui a dormir y nunca le demostré interés a la duquesa, aunque no voy a negar que fuera hermosa, tenía una piel bella, de tamaño agradable y una voz muy punzante pero a la vez muy seductora. Pero yo siempre voy a ser fiel a mi Dulcinea, aunque deba resistirme a la segunda mujer más bella del mundo. Me fui a costar ya que me encontraba un poco cansado, Sancho como todo un buen galán se quedo con ellas hablando, no sé hasta qué horas de la noche. Fue una noche muy tranquila y con el estomago muy contento.

Capitulo 32


Ya hoy me siento un poco mejor de lo ocurrido ayer, de verdad quiero dar mis disculpas, pero sinceramente no era un buen momento para hablar sobre un tema tan delicado como ese. Tengo una mentalidad que dice que lo mejor cuando se va a tomar una decisión es tomarla en un estado neutro, ni estar enojado ni estar feliz para tomarla. Y ayer creo que a pesar de estar enojado tome una decisión pero fue una que tuve que tomar en un abrir y cerrar de ojos porque se presento de una forma muy inesperada. Cuando el hombre me estaba diciendo de todo, mi única acción fue darle un pequeño discurso, en el cual creo que le enseñe lo que es hablar con un caballero que tiene tanta clase y cultura como la tengo yo. No me gusto para nada lo que ese hombre me dijo, pero pensándolo en clama después me di cuenta que lo que decía no tenía nada de sentido, pude sacar esa conclusión porque no creía que Sancho era el verdadero Sancho Panza, el amigo y compañero del famoso Don Quijote. Lo siento pero esto me emociona demasiado, pero lo mejor es parar un poco, si no se que no paro nunca y no termino de contarles lo que paso. Sancho se lo probo y después recibió una de las mejores noticas que allá recibido en su vida, el duque le ofreció el gobierno de la ínsula ¿Qué mejor para Sancho que estar a cargo de un gobierno? Por supuesto que estaba muy contento, y me alegro mucho por él. El cura continuo con sus tontería, pero para serles sincero le perdí la importancia ya que seguramente era un hombre loco y estaba allí solamente por lastima de parte de los duques. Nos lavaron la cara después de cenar, eso fue algo espectacular, algo inigualable una sensación que solo un rey y un caballero pueden sentir.

Capitulo 31


Que dicha que me pasan estas cosas, no tienen idea de la felicidad que tenía cuando iba de camino a la venta de los Duques. Cualquiera que me hubiera visto por allí hubiera pensado que me había ganado la lotería o algo por el destino. La verdad no soy interesado por nada pero cuando me pasan este tipo de cosas me dan un orgullo muy grande. Para que un Duque te pida que vaya a la venta, es porque de verdad se tiene un gran alto reconocimiento en la clase alta. Me considero más de la clase baja, la verdad me siento sumamente reconocidos con ellos, primero que todo porque soy de la misma clase y, porque en algunos casos, en la mayoría de ellos tienen más problemas que los de la alta clase. Eso no quiere decir que los ricos no tienen sus problemas, claro que los tienen y, por eso siempre acostumbro a decir que el dinero no da la felicidad, porque hay algunos que tiene absolutamente todo, no les hace falta nada y no soy para nada felices. Y lo mejor de esta aventura se las voy a contar a continuación. Yo iba como siempre con la humildad a tope y con todo el respecto y educación posible, como todo un caballero, aunque ya existan pocos yo sigo vivo y muy sano para mi criterio. Llegue a esa venta y me recibieron de la mejor forma posible, me hicieron sentir en casa o hasta mejor que en casa, fueron todos pero absolutamente todos muy amables con mi persona y con Sancho, no sé si es que ya era muy reconocido en ese lugar pero parecía que era como un santo para todos. Pero para que no se sorprendan ni crean nada extraño me comporte siempre a la altura en todo momento, tome ese aprecio y ese respecto con mucha madurez y serenidad. Unas hermosas damas, no tan hermosas como mi Dulcinea pero de un aspecto muy atractivo nos quitaron las armaduras y nos llevaron a donde se encontraba la cena. No quiero sonar un poco rajón, pero esta vida de verdad que me gusta, se siente un placer exquisito, que solo en un lugar de estos se puede sentir. No envidio nada porque soy muy feliz tal cual soy, pero una vez perdida un gusto de estos no cae nada mal para un caballero que tiene tanto trabajo como yo. Me sentía muy cómodo en la mesa, hablamos de temas en los cuales me sentía a gusto, el que más me gusto fue el tema de Dulcinea por supuesto. Lo único que arruino en parte mi día fue un cura, que me trato de una forma muy descortés, pero que no quiero referirme mucho al tema ya que todavía estoy un poco sensible.

lunes, 2 de mayo de 2011

Capitulo 30


No puedo creer que nos pase esto a nosotros, a veces pienso que no tenemos a la suerte en nuestro favor, o no sé si la suerte me tiene algún tipo de celo o yo que sé. Como dije anteriormente en alguno de mis diarios pasados creo mucho en el destino, y lo curioso e hoy y me quiero centrar mucho, porque me pareció una coincidencia muy extraña pero a la vez muy graciosa. Justo cuando estaba pasando el clímax del accidente, mi mente estaba pensando solamente en una sola persona. Si, aunque no me crean, aunque piensen que eso es imposible, para este caballero es posible, y así sucedió. Yo se que quieren saber de quién se trataba esa persona, pero creo que he hablado tanto de ella, que aquella persona que no sabe a quién me refiero, se debería de leer mis diarios pasados, para lograr entender. No lo dije regañando, más bien incentivando a aquellos a este mundo que he tenido la dicha de vivir. Dije lo del nombre de la persona, para que se den cuenta de lo increíble que puede ser pensar en alguien que se valora de verada, para que una persona esté pensando en alguien justo cuando puede ser su hora de morir, es porque de verdad aprecia a esa persona y daría todo por conseguirla. Y creo y hasta lo puedo decir con seguridad que ya esa persona nunca saldrá de mi cabeza jamás, puede que la olvide por un tiempo o que tal vez intente no mencionarla ni pensar en ella, pero jamás podrá ser olvidada. Eso me ha pasado toda mi vida, y no me arrepiento que tenga que cargar tal situación, más bien lo veo de una forma positiva, disfruto que tengo en algo que pensar, y no es en algo negativo si no en algo que me genera felicidad y un sentimiento extraño en todo mi cuerpo cada vez que lo pienso. Igual al sentimiento que sentí cuando vi a la duquesa y el duque, despertó en mí ese sentimiento de responsabilidad que debe de tener un caballero hacia personas de ese nivel. Por tal razón les ofrecí todo mi servicio en el momento que lo ocupasen. Resulto que eran lectores de libros de caballería, que suerte tuvieron al encontrarme, porque creo que no hay nadie que sepa mas de caballería y que le genere tal excitación hablar de ello como yo. Por eso los acompañe hasta el castillo donde pasaríamos unos días allí.