domingo, 25 de julio de 2010

Capitulo 35


Hoy tuve que emprender una lucha contra el gigante enemigo de la princesa Micomicona. Como toda batalla, fue difícil y requerí de mucho valor. Creo que el cura se asusto un poco al enterarse de que yo estaba en medio de una lucha. El gigante no se dio por vencido en ningún momento. Era extremadamente fuerte, me golpeo varias veces en mi cara, si no hubiera sido por mi gran experiencia hubiera caído dormido. Pero me pude sostener y esquivar sus golpes, que por cierto eran muchos. No me fije si tenía sangre por algún lado, estaba tan concentrado en sus golpes que no tenía tiempo para examinar mi hermosísimo cuerpo. De un pronto a otro el gigante empezó a proporcionarme muchos golpes, y de un momento a otro no sabría decirte si fue el destino o la suerte de un caballero empezó a llover. El agua estaba que congelaba, y eso hizo que el gigante se largara del frío que tenia. Sancho, el barbero y el cura continuaron leyendo esa novela. Que para mi gusto ya había terminado la parte emocionante. Luego Sancho en un momento que estábamos a solas me conto en que termino esa novela. Anselmo se entero de un hombre que amaba a su esposa por medio de una carta. Y al final el pobre Anselmo quedo solo por no confiar en su esposa. Cuando yo tenga a Dulcinea en mis manos lo primero que voy a hacer ante todo es confiar cien por ciento en ella.

1 comentario:

  1. Un Quijote muy valiente!!! y super concentrado en su labor de matar gigantes también!!! jajajaja. Excelente trabajo.

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